(ENTRADA 79)
"Las escuelas infantiles de Pistoia se nutren de una
rica trayectoria nacida en los años setenta, sostienen hasta el último término
el dicho “un niño pertenece a toda una tribu” y
consideran toda la ciudad como lugar de vida y de cultura a través del
cual se derivan múltiples aprendizajes.
La ciudad acoge a los niños y hay establecida una importante
red entre los servicios educativos, la escuela y la familia, asegurando así la
continuidad y coherencia educativa que se dan en esta red de intercambio.
Las familias son bien recibidas en las escuelas y se les
invita a que participen de ella activamente.
Los profesionales deben tener unas horas mínimas de
formación al año, lo que permite que estén en constante reciclaje, abordar
nuevas perspectivas y no quedarse anclados en viejos ideales.
Los niños son protagonistas de su aprendizaje y se intenta
respetar el concepto de “escuela amable” que recogía Loris Malaguzzi, haciendo
de la escuela un espacio acogedor, con no demasiados niños, preservando la
familiaridad existente en las casas (de hecho muchas de las escuelas están establecidas
en casas para transmitir este concepto de acogida y continuidad)."
No hay comentarios:
Publicar un comentario